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Volemos Tomados de la Mano (corto de ficción)

SENSIBILIZACIÓN

Ya tenía prácticamente mi reparto integrado. Juan Pablo Abitia llegó a la producción siendo recomenado por Maribel ya que habían trabajados juntos en alguna ocasión. No conocía el trabajo de Juan Pablo así que cometí un acto de fe ciega y le llamé.

Afortunadamente, mis actores ya se conocían desde antes y entre todos se llevan muy bien. Eso facilita las cosas a la mera hora pero de todos modos me gusta hacer unas mecánicas muy sencillas de senisibilización y confianza entre los actores y el director con el propósito de desaparecer esas barreras inviisbles que luego nos imponemos frente a los demás.

¿Y cómo lograrlo? El alcohol es un excelente aliado.

Un domingo los reuní en mi casa para platicar del proyecto y sus personajes. Hasta ese momento aún no había mucho alcohol. Al pasar los minutos comenzamos a abandonar un poco el tema del corto para entrarle a cuestiones más personales y cotidianas. Ahí es cuando hubo más cerveza y tequila. Cada quien abrió su corazón hasta cierto punto. No llegamos a embrigarnos al punto de vomitar y esas cosas, bebimos lo suficente para deshinibirnos y tomarnos confianza.

No recomiendo que este tipo de sensibilización se utilize todo el tiempo pues se corre el riesgo de perder el respeto al proyecto. Únicamente lo hicimos una vez y con eso bastó.

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